Los avances en las tecnologías de la comunicación se han aplicado en los dispositivos de ayuda auditiva, aportando un enorme beneficio y facilitando la inclusión de los niños con pérdida auditiva en el aula ordinaria.
Una adecuada respuesta a las necesidades educativas de los alumnos con sordera no termina con la colocación de audífonos o implantes, sino que debe considerar la mejora de las condiciones acústicas (ruido de fondo, distancia, reverberación) para facilitar la recepción de los mensajes.