Se utilizan los resultados de las pruebas de audición realizadas previamente para programar los dispositivos de acuerdo a los sonidos que puede escuchar bien y aquellos con los que tiene problemas.
Esta verificación consiste en colocar pequeñas sondas microfónicas en el canal para medir la respuesta del audífono en el oído. El procedimiento permite “ver” lo que el paciente esta escuchando a través de los audífonos en una pantalla en tiempo real.
Después, se realizan medidas de verificación de la programación para confirmar que la programación es la más adecuada en cada caso.
Sin esta adaptación profesional de los audífonos, es posible que estos no estén lo suficientemente optimizados, y que su rendimiento no sea bueno.
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